sábado, mayo 06, 2006

Iraquíes festejan caída de helicóptero británico

Hechos violentos en Irak

En tanto, un atacante suicida con uniforme del ejército iraquí ingresó a una base militar del país y detonó los explosivos que llevaba en su cinturón.

Las fuerzas británicas, respaldadas por vehículos blindados, acudieron de inmediato al área donde cayó el helicóptero de su corporación, pero se encontraron con unas 250 personas que les arrojaban piedras. Foto:AP


6-Mayo-06

BAGDAD.- Un helicóptero militar británico se estrelló el sábado en Basora y los residentes locales festejaron, arrojaron piedras a los soldados de Gran Bretaña e incendiaron al menos uno de los vehículos blindados que llegaron de urgencia al área, dijeron las autoridades.

Asimismo, soldados británicos y milicias chiies se enfrentaron, indicaron policías y testigos.

El capitán de la policía Mushtaq Jazim manifestó que al parecer el helicóptero fue derribado en una zona residencial de Basora, en el sur del país. Dijo que los cuatro tripulantes murieron, pero las autoridades británicas sólo manifestaron que había “víctimas”.

Las fuerzas británicas, respaldadas por vehículos blindados, acudieron de inmediato al área, pero se encontraron con unas 250 personas que les arrojaban piedras. La multitud de iraquíes vitoreaba y elevaba sus puños al ver que una densa capa de humo negro salía del helicóptero.

Los soldados británicos se enfrentaron con milicianos armados, y al menos dos personas, entre ellas un niño, murieron, señaló Jazim.

La multitud gritaba “todos somos soldados de Al Sayed”, refiriéndose al clérigo chii radical Muqtada Sadr, un fuerte enemigo de la presencia de fuerzas extranjeras en Irak.

Posteriormente la multitud comenzó a esparcirse al escuchar una explosión. Algunos hombres incendiaron cubiertas en las calles y la situación proseguía tensa.

Las escenas caóticas fueron transmitidas por la televisión estatal iraquí y por el canal satelital Al Yazira.

El ataque tuvo lugar en un momento difícil para el gobierno del primer ministro Tony Blair en Gran Bretaña, donde muchas personas se oponen a la guerra en Irak.

Tras un pobre desempeño de su Partido Laborista en los comicios locales de esta semana, Blair efectuó importantes cambios en su gabinete, incluyendo el despido de su secretario de Relaciones Exteriores Jack Straw tras rumores de que ambos diferían en temas como el de Irak.

Al parecer, Straw había manifestado sus dudas sobre la guerra de Irak.

En otros hechos de violencia, un atacante suicida con uniforme del ejército iraquí ingresó a una base militar de Irak y detonó los explosivos que llevaba en su cinturón. Un teniente coronel iraquí, un mayor y un teniente murieron, y un teniente coronel resultó herido, dijo el portavoz del ministerio de Defensa, el mayor general Abdul-Aziz Mohamed Jassim.

El comando estadunidense anunció también que un soldado de su país falleció el viernes en un ataque con una bomba colocada en una carretera en Bagdad. Al menos 2,417 miembros del ejército norteamericano han muerto desde que comenzó la guerra, en marzo del 2003.

Cerca de 8 mil soldados británicos están apostados en Irak, principalmente en el área de Basora, de mayoría chii.

El atacante suicida apuntó a un grupo de reclutas del ejército iraquí en Tikrit, la ciudad de Sadam Husein. Los reclutas acababan de terminar un entrenamiento y eran enviados a otra área de Irak, dijo Jassim.

Tikrit, de mayoría suní, ubicada a unos 130 kilómetros al norte de Bagdad.

Otra bomba colocada en una carretera explotó cerca de un convoy polaco en Diwaniya, al sur de Bagdad, lesionando a tres soldados, dijo el ministerio de Defensa de Polonia. Ese país tiene unos 900 soldados en la región del sur-centro iraquí, donde comanda una fuerza internacional.

AP